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Carlos Espinosa

Restauración ecológica holística en la isla Floreana

Placeholder image with CDF logo Isabel Grijalva
20 Nov 25 /

Restauración ecológica holística en la isla Floreana: un modelo para el futuro

Floreana fue una de las primeras islas del archipiélago de Galápagos en ser habitadas por humanos. Su historia está marcada por la llegada de piratas, balleneros y colonos: capítulos de aventura, aislamiento y drama. Sin embargo, el legado más profundo de esta ocupación humana ha sido la introducción de especies exóticas —como burros, chivos, roedores y gatos ferales— que han alterado profundamente los ecosistemas de la isla y provocado una pérdida significativa de biodiversidad.

Hoy se estima que 54 especies están clasificadas como amenazadas en Floreana y que al menos 13 especies endémicas se han perdido localmente, entre ellas aves icónicas como el cucuve de Floreana y especies clave como la tortuga gigante endémica de la isla. Con una pequeña comunidad de alrededor de 150 habitantes, Floreana ofrece una oportunidad única para trabajar directamente con su población y fortalecer una gobernanza basada en la conservación.

Hace más de una década comenzó uno de los mayores retos de conservación en Galápagos: el Proyecto de Restauración Ecológica de Floreana, diseñado para devolver el equilibrio natural de la isla mediante un enfoque de restauración holística.

¿Qué significa “restauración holística”?

La restauración holística va mucho más allá de plantar árboles o liberar animales. Reconoce que cada componente de un ecosistema —flora, fauna, suelos, agua, clima, interacciones entre especies y comunidades humanas— está interconectado.

Restaurar Floreana implica:

Eliminar amenazas que alteran el equilibrio natural, como las especies invasoras que depredan, compiten o degradan a las especies nativas y sus hábitats.
Recuperar hábitats nativos para mejorar la salud del suelo, la cobertura vegetal, los cuerpos de agua y los corredores ecológicos que fortalecen la resiliencia climática.

Reintroducir especies localmente extintas para restablecer funciones ecológicas esenciales como la dispersión de semillas, la polinización, el control natural de plagas y el ciclo de nutrientes.
Involucrar a la comunidad local, integrando saberes tradicionales, prácticas sostenibles y medios de vida —como el turismo responsable y la agricultura—, de modo que la conservación y el desarrollo avancen de la mano.
Establecer sistemas de bioseguridad y monitoreo que permitan una gestión adaptativa y garanticen la sostenibilidad a largo plazo.

Cucuve de Floreana (Mimus trifasciatus Gould)

¿Por qué es tan importante la restauración holística?

Las islas son ecosistemas especialmente frágiles. Sus especies evolucionaron en aislamiento y no están preparadas para enfrentar nuevas amenazas. La llegada de especies invasoras puede desencadenar rápidamente desequilibrios ecológicos, desplazar a la fauna nativa e incluso causar extinciones.

Por ello, la erradicación de especies invasoras es un primer paso crucial. En Floreana, los esfuerzos se centran en controlar dos especies de ratas invasoras y gatos ferales que depredan los huevos de aves, reptiles y tortugas. Floreana es una isla grande, con habitantes permanentes y hábitats diversos, lo que requiere una coordinación cuidadosa y una gestión adaptable.

Una visión de resiliencia y convivencia

El Proyecto de Restauración Ecológica de Floreana reconoce la interconexión entre los ecosistemas terrestres y marinos, y busca construir un entorno resiliente, integrado y autosostenible. Es la iniciativa de restauración más grande y ambiciosa jamás emprendida en Galápagos, y será decisiva para el futuro del archipiélago.

Este esfuerzo va más allá de recuperar especies: busca restaurar la salud y la funcionalidad de ecosistemas completos. Un entorno próspero favorece la fertilidad del suelo, la regulación del microclima, el control natural de plagas y una identidad comunitaria más fuerte. También impulsa el turismo de conservación y ayuda a la isla a prepararse frente a los impactos del cambio climático.

Floreana tiene el potencial de convertirse en un modelo global de restauración insular, demostrando que, con ciencia, compromiso comunitario y visión a largo plazo, es posible revertir décadas de degradación ecológica.

Agricultor de Floreana
Carlos Espinosa
Cucuve de Floreana (Mimus trifasciatus)

Sobre el proyecto

El Proyecto de Restauración Ecológica de la Isla Floreana es liderado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la Agencia de Bioseguridad de Galápagos, con la Fundación Jocotoco, Island Conservation y la Fundación Charles Darwin como socios coejecutores. Trabajando de cerca con la comunidad de Floreana y con numerosos aliados locales e internacionales, el proyecto busca alcanzar la restauración ecológica completa de la isla mediante la erradicación de tres especies invasoras de mamíferos, la recuperación de hábitats y la reintroducción de 12 especies endémicas, recuperando así la funcionalidad ecológica y la resiliencia de este ecosistema insular único.

Carlos Espinosa
Floreana island