En memoria de Mathias Espinosa, voz y corazón del océano
Cuando Mathias Espinosa se sumergía en el océano, el mundo quedaba en silencio. “El buceo es una especie de yoga bajo el agua, donde lo único que escuchas es tu respiración”, repetía. Esa filosofía marcó más de tres décadas de exploraciones, encuentros y enseñanzas que lo convirtieron en uno de los pioneros del turismo sostenible de buceo y en un ferviente defensor de la biodiversidad de las Islas Galápagos.

Guía naturalista, periodista, músico y buzo profesional, Mathias murió recientemente, dejando tras de sí una huella imborrable en la ciencia, el turismo y la comunidad del archipiélago.
“Con pulmón de buzo y corazón abierto, aportó conocimiento, amistad y música. Inspiró a toda una generación de científicos y guías. Su memoria seguirá presente cada vez que nos lancemos al mar”. Afirma Stuart Banks, Investigador Principal del Programa Deep Ocean de la FCD.
En 1989 fue uno de los primeros en realizar expediciones a las islas Wolf y Darwin, hoy consideradas los mejores sitios de buceo del mundo. Su visión fue clara: el turismo debía ser un aliado de la conservación. Colaboró en investigaciones sobre hábitats sensibles, como corales, y fue parte de los primeros estudios de la línea base de la Reserva Marina.
También filmó documentales como Lo que Darwin no vio, que acercaron el universo submarino a hogares dentro y fuera del Ecuador.
Su compromiso con la conservación lo llevó a la Fundación Charles Darwin, donde en 1987-88 fue voluntario y, desde entonces, siempre buscó dar a conocer y apoyar los programas de conservación.
“Mathias fue un fuerte y constante aliado de la ciencia en Galápagos. Su experiencia, generosidad y compromiso lo convirtieron en un embajador único de la conservación marina”, recuerda María José Barragán, Directora de Ciencias de la FCD.
Mathias compuso canciones sobre su vida en las islas, evocando encuentros con iguanas, lobos marinos y cardúmenes. Canciones como Iguana Marina son populares en la comunidad isleña.
Treinta y dos años en Galápagos moldearon su filosofía de vida ‘Este lugar único me ha enseñado a respetar la naturaleza’. Decía.
Mathias Espinosa fue, al mismo tiempo, guía y alumno del mar. Hoy, las aguas de Galápagos guardan su memoria, y quienes lo conocieron aseguran que seguirá presente cada vez que alguien se sumerja en el océano con paz y respeto.

