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Andres Cruz

Manifiesto de la FCD para los Delegados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos

05 Jun 25 /

En primera línea en Galápagos:
Manifiesto de la Fundación Charles Darwin para los delegados de la UNOC3

En plena era del Antropoceno—etapa definida por la influencia sin precedentes de la actividad humana sobre los sistemas que sostienen la vida en el planeta—es el océano el ámbito que refleja con mayor claridad la rapidez de los cambios. Desde nuestra Estación Científica—un microcosmos de esplendor marino y también de vulnerabilidad, en las Islas Galápagos - el primer sitio declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO—, la Fundación Charles Darwin lleva más de seis décadas y media explorando y documentando cómo las crecientes presiones humanas están transformando el área marina alrededor del archipiélago y recientemente, del Pacífico Este Tropical. El gran desafío que enfrentamos todavía es proteger la integridad de los ecosistemas, asegurando que los servicios esenciales que proveen puedan seguir satisfaciendo la creciente demanda de la sociedad por alimentos, regulación del clima y medios de vida.

En el marco de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC 3), miembros delegados del staff de la FCD presentamos esta perspectiva basada en la evidencia científica, junto con un llamado urgente a la acción.

Reconocemos que:

  • Los ecosistemas marinos —incluyendo mares profundos, zonas pelágicas y bentónicas, montes submarinos, arrecifes de coral, manglares y estuarios— proveen servicios ecosistémicos esenciales: desde la regulación del clima hasta el ciclo de nutrientes, la seguridad alimentaria y la identidad cultural.
  • La extracción no sostenible, la contaminación y el desarrollo urbano desordenado y no planificado aceleran la pérdida de biodiversidad, agravan los impactos del cambio climático y degradan la integridad ecológica.
  • El bienestar humano depende de la salud funcional de estos sistemas; miles de millones de personas dependen directamente de sus servicios.
  • Existen brechas de conocimiento —especialmente en hábitats mesopelágicos y de aguas profundas— debido a los altos costos tecnológicos y financieros para su exploración y monitoreo.
  • La diversidad biológica y genética oceánica es un capital natural irremplazable que debe conservarse como patrimonio común para las futuras generaciones.

Estas realidades imponen a la sociedad una obligación científica y moral: mantener la estructura, función y resiliencia de los ecosistemas y, por ende, su salud. En este sentido, la Fundación Charles Darwin, como la organización científica más antigua y más grande de las Islas Galápagos, expresa su profunda preocupación por:

  • La proliferación del desarrollo urbano costero y marino desordenado y no planificado que exceden la capacidad de carga ecológica y social de los sistemas de Galápagos y que ignoran los principios de planificación espacial integrada.
  • La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), especialmente aquella desarrollada mediante métodos no selectivos como los palangres pelágicos, dentro y en los alrededores de áreas marinas protegidas, incluida la Reserva Marina de Galápagos.
  • La desconexión entre el discurso político y la práctica en la regulación de las actividades turísticas en ecosistemas frágiles como las Islas Galápagos, lo que impulsa el deterioro de su biodiversidad única.
Por lo tanto, la Fundación Charles Darwin hace un llamado a la adopción de políticas públicas regionales más integrales y sólidas que:
  • Garanticen la protección de los sitios Patrimonio Mundial de la UNESCO como las Islas Galápagos y la conservación de la salud de ecosistemas sensibles, terrestres y marinos, incluyendo los mares profundos, zonas pelágicas y bentónicas, montes submarinos, zonas costeras, arrecifes de coral, manglares y estuarios.
  • Ratifiquen e implementen el Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ, por sus siglas en inglés) y otros instrumentos multilaterales que regulan la actividad humana en paisajes marinos de importancia socioeconómica y ecológica, a escala nacional y regional.
  • Refuercen las capacidades de vigilancia, cumplimiento y control para eliminar la pesca INDNR y otras prácticas extractivas insostenibles que amenazan la integridad ecológica de los ecosistemas oceánicos.
  • Alineen las actividades turísticas con los límites ecológicos de los ecosistemas de Galápagos estableciendo un número máximo de visitantes, y basando las decisiones en evidencia científica, y estableciendo mecanismos de gobernanza que garanticen resultados de conservación positivos y duraderos.
  • Impulsen economías circulares y regenerativas mediante infraestructura de bajo impacto, minimización de residuos, transición hacia energías renovables y planificación urbana en zonas costeras de manera responsable.
  • Incentiven la innovación y el cambio de comportamiento de personas usuarias de los ecosistemas y beneficiarias de sus servicios, para reemplazar prácticas que usan combustibles fósiles de forma intensiva y dañina para la salud de los ecosistemas por alternativas climáticamente inteligentes y beneficiosas para la naturaleza y quienes dependen de ella.
  • Inviertan en acciones de educación ambiental y liderazgo local, empoderando y proveyendo a las comunidades costeras de conocimientos, derechos y responsabilidades esenciales para conservar los paisajes marinos de alta biodiversidad.
Nuestro compromiso

Ante estos desafíos —y ante las oportunidades que un liderazgo decidido puede ofrecer — reafirmamos nuestro compromiso con la generación y el intercambio de conocimiento científico sólido, con el fomento de alianzas inclusivas y con la creación de capacidades de las futuras generaciones directamente en el territorio. La Fundación Charles Darwin continuará generando datos, información y conocimiento científico y fomentando la participación comunitaria, lo cual facilita la creación de políticas oceánicas más fuertes en el Pacífico Este Tropical, para que la biodiversidad marina —y los beneficios que ofrece— puedan perdurar y prosperar en el tiempo.

Las lecciones que hemos aprendido en Galápagos nos recuerdan que proteger los océanos del mundo no es una opción: es la condición fundamental para un futuro en el que la humanidad y la naturaleza puedan coexistir en armonía. Invitamos a todos los/as delegados/as de la UNOC3 a actuar con la urgencia que la ciencia —y el mar— nos exigen.


Conoce a la Fundación Charles Darwin en la
Conferencias de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Niza, Francia desde el 9 al 13 de junio.
Consulta los eventos que estaremos organizando y en los que participaremos como ponentes, así como los integrantes de nuestra delegación: