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Mara Speece/CDF

Frente a los tiburones: una inmersión que transformó mi vida

Erika de la Cruz
24 Jul 25 /

El sol se oculta en el horizonte, recordándome que cada día es una oportunidad para aprender del mar. Frente a su quietud, entendí que la ciencia no solo se mide en datos, sino en emociones. Esta es la historia del encuentro que me cambió.

Estoy sentada frente al mar, contemplando el ocaso. Las sombras reflejan el camino recorrido y todo lo que aún me queda por descubrir.

Mi nombre es Erika Andrea De la Cruz Macías, y soy residente de Galápagos. Desde pequeña, el océano y su maravillosa vida marina han sido mi mayor fascinación y admiración. Comencé estudiando biología, y a mitad de mi carrera tuve la oportunidad de ser voluntaria en la Dirección del Parque Nacional Galápagos, trabajando con tortugas marinas. Ese fue el primer paso de un largo camino.

Tras finalizar mis estudios secundarios, tomé una de las decisiones más difíciles de mi vida: dejar mi hogar y alejarme de mi familia para crecer profesional y personalmente. Pero mi brújula siempre apuntó al mismo lugar: las Islas Encantadas. Volví a Galápagos con un objetivo claro, pero también con una mezcla de miedo y emoción: ingresar como voluntaria en la Fundación Charles Darwin, en el proyecto de Ecología de Tiburones.

Ese año fue intenso: lleno de retos, aprendizajes y aventuras. Participé en actividades de campo en rincones mágicos del archipiélago. Decidí certificarme como buzo avanzado, requisito esencial para realizar investigaciones en lugares como las islas Darwin y Wolf, donde se encuentra una de las mayores concentraciones de tiburones del planeta. Todo esto no solo fortaleció mis habilidades como bióloga marina, sino que también reafirmó mi compromiso con la conservación de los ecosistemas únicos de Galápagos.

Erika de la Cruz/CDF
Salida de campo en el Arco de Darwin al norte de las Islas Galápagos.
Un día común, un hallazgo extraordinario

El 7 de mayo de 2024 pedí permiso para presentar mi examen final para el curso de Advanced Open Water Diver. El curso constaba de dos inmersiones, las cuales aprobé con éxito, pero durante la segunda inmersión ocurrió algo que jamás olvidaré.

Al abrir los ojos bajo el agua, ahí estaban: dos tiburones martillo. Majestuosos, imponentes... pero uno de ellos se movía distinto. Más lento, más torpe. Algo me llamó la atención. No era miedo, era intuición científica. Me acerqué con respeto y noté lo impensado: su cuerpo no era recto. Tenía laceraciones, y su columna parecía desviada. Ese momento marcó el inicio de una investigación inesperada.

Al regresar a la oficina, decidí documentar lo observado. Así nació un comunicado científico breve que hoy representa el primer registro de escoliosis en un tiburón martillo libre en la naturaleza.

Un tiburón martillo con escoliosis: una observación inédita en Galápagos

¿Qué es la escoliosis y por qué es relevante?
La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral. Aunque se ha registrado en peces y en tiburones en cautiverio, este es el primer caso observado en un tiburón martillo, libre, en Galápagos. Esta observación ofrece una oportunidad única para entender cómo, estas deformidades afectan la movilidad, comportamiento y supervivencia en el ambiente natural.

¿Qué pudo causar la deformidad?
Existen varias hipótesis para este evento, entre las cuales están:

  • Un ataque fallido de un depredador, como una orca.
  • Lesiones durante la pesca o colisiones con embarcaciones.
  • Malformaciones congénitas.
  • Comportamiento reproductivo agresivo.
  • Contaminación marina o infecciones parasitarias.

Las lesiones circulares presentes, en distintas etapas de curación, refuerzan algunas de estas posibilidades, pero es difícil confirmar una causa exacta.

¿Cómo sobrevive este tiburón?

Gracias a la Reserva Marina de Galápagos, donde hay abundancia de presas y protección contra la pesca industrial, este tiburón posiblemente ha podido seguir adelante pese a sus limitaciones.

¿Por qué es importa este hallazgo?

La mayoría de estudios sobre deformidades se hacen con animales muertos o en cautiverio. Este caso aporta una visión inédita desde la vida silvestre. Comprender cómo estas condiciones afectan a especies vulnerables como el tiburón martillo, nos ayuda a diseñar mejores estrategias de conservación y manejo.

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Tiburón martillo (Sphyrna lewini) arriba a la izquierda con deformidad espinal junto a un individuo sano.
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Curvatura lateral de la columna dorsal con escoliosis.

Aquel encuentro bajo el agua no solo me mostró una deformidad; me enseñó que incluso en la imperfección, la naturaleza encuentra formas de seguir adelante. Y me recordó por qué elegí este camino: para observar, entender y proteger lo que no siempre se ve a simple vista.

El artículo fue publicado en la revista científica de acceso abierto Environmental Biology of Fishes y está disponible en el siguiente enlace: https://link.springer.com/article/10.1007/s10641-025-01698-4

Tú también puedes ser parte del cambio

El encuentro de Erika con un tiburón martillo marcó el inicio de una historia de ciencia y conservación que aún se está escribiendo. Tú también puedes ser parte de esta historia.

Tu apoyo impulsa la ciencia que protege la vida marina.
Video de tiburón martillo común con escoliosis

Erika de la Cruz

Asistente de Investigación

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